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En el pasado, periódicamente se hacía el "transilaje" de los granos moviéndolos de una célula de almacenamiento a otra para que el aire pasara por el grano y as! mantener la calidad comercial del producto. Hoy en día la aireación, que mueve el aire a través de la masa de granos, se ha tornado una práctica común en todo el mundo, y se acepta como una técnica de conservación de la calidad de los granos almacenados. La aireación es una técnica aplicable para cualquier estructura de almacenamiento a granel. Sin dada, el almacenamiento a granel por un período de tiempo prolongado, tanto en silos como en graneros, es impracticable sin un sistema de aireación bien proyectado y adecuadamente manejado.
En aireación de granos, los caudales de aire utilizados son muy pequeños y, en consecuencia, el proceso de enfriamiento y uniformación de la temperatura de la masa es bastante lento, exigiendo muchas horas para realizarse plenamente. Además, es importante que el aire del ambiente que va a ser forzado a través de la masa de granos, esté en condiciones de temperatura y humedad adecuadas para que se puedan aprovechar todos los beneficios que la técnica puede ofrecer.
A continuación se proporcionarán algunos fundamentos del uso de la aireación como técnica de conservación de la calidad de los granos almacenados e indicaciones de los parámetros a considerar, al tomar la decisión de encender el ventilador.
En el Brasil, por ser la aireación una técnica que está siendo aplicada desde hace pocos años, hay una concepción de uso del sistema como "herramienta" para la solución de problemas de calentamiento de la masa de granos; esto es, uso de la aireación como técnica correctiva. Debe comprenderse que la aireación es una técnica de conservación que debe ser usada de manera preventiva.
Sin duda, nunca es posible mejorar la calidad del producto almacenado; a lo más se consigue preservar la calidad inicial del producto recibido, y todos los esfuerzos que se hacen durante el almacenaje deben ser dirigidos hacia ese objetivo: mantener la calidad de los granos. En este contexto, la aireación tiene un papel esencial, motivo por el cual es preciso que se explote al máximo.
La aireación es el movimiento forzado de aire ambiente adecuado a través de la masa de granos, con el objetivo específico de disminuir y uniformar la temperatura, propiciando condiciones favorables para la conservación de la calidad del producto durante un período de tiempo prolongado.
La aireación de los granos es el método de control ambiental más difundido y usado en la preservación de la calidad de los granos almacenados. Esta tecnología se usa para modificar el microclima de la masa de granos provocando ciertas condiciones que son desfavorables para el crecimiento de organismos perjudiciales.
Esta técnica no es muy reciente, pues desde 1793 ya se tenían noticias de sistemas de aireación dotados de fuelles accionados por "molinos de viento.. Hoy es utilizado en todo el mundo, principalmente en los Estados Unidos, los países europeos, Australia, Israel y Argentina. En el Brasil, a pesar de que se puede considerar como muy reciente el uso de la aireación, su divulgación y uso están creciendo en forma bastante acelerada. En este país aún se puede considerar como una práctica común el "transilaje", que tiene el mismo objetivo de la aireación, o sea, disminuir y uniformar la temperatura de la masa de granos. El transilaje se realiza transfiriendo la masa de granos de una célula de almacenamiento a otra; con lo que los granos se enfrían al pasar por el aire durante el movimiento del producto en los elevadores, en los transportadores horizontales y en la descarga por gravedad.
El transilaje resuelve parcialmente el problema de exceso y falta de uniformidad de la temperatura, ya que la reducción de la temperatura es pequeña, y son necesarias varias operaciones de transilaje para que ocurra una disminución significativa de la misma. La energía gastada, los daños y pérdidas provocados por el movimiento del producto (quiebre de granos y aumento del número de granos trizados), el desgaste del equipo, el espacio extra requerido, y el tiempo necesario para ejecutar la operación, son algunos de los factores que ponen en desventaja al transilaje en comparación con la aireación. El sistema de aireación, en general, esta formado por los siguientes elementos.
En el transilaje se utilizan los equipos que existen en la estructura de almacenamiento para mover el producto (figura 2).
Figura 1. Sistema para la distribución del aire.
Para comprender el tema de la aireación es necesario: primero conocer lo suficiente respecto a las causas del deterioro de los granos en almacenamiento, identificar las variables que influyen en el proceso y saber cuáles propiedades físicas de los productos son importantes para esta técnica. Con esta información, se puede propiciar un microclima en la masa de granos que ayude a preservar la calidad del producto durante el almacenamiento.
Una masa de granos es un sistema ecológico creado por el hombre. En este sistema, los organismos vivos (componentes biológicos) y el medio ambiente dentro de la masa, donde hay componentes que no son organismos vivos (medio abiótico) interactúan entre sí. El deterioro de los granos almacenados resulta de la interacción entre variables físicas, químicas y biológicas. En este sistema ecológico, el principal organismo vivo es el grano. Tanto el grano como la masa de granos poseen atributos físicos y biológicos, algunos de los cuales dependen principalmente del medio que los rodea.
El medio abiótico de la masa de granos incluye variables físicas como la temperatura, variables químicas inorgánicas, el oxígeno y gas carbónico, y variables físico-químicas como la humedad y un conjunto de compuestos orgánicos, los cuales son el subproducto de la actividad biológica. Existen otras variables bióticas de la masa, incluyendo microorganismos (tales como hongos, levaduras y bacterias) y artrópodos (como insectos y ácaros); además de vertebrados (roedores y pájaros). Estas plagas que atacan los granos, raramente actúan solas (figura 3).
El deterioro de los granos almacenados es, en cierta forma, un proceso complejo. Normalmente es un proceso lento y al principio poco perceptible. Sin embargo, puede ser rápido si las variables que influyen en el mismo están correctamente combinadas; esto es, si las variables físicas, químicas y biológicas son favorables a la actividad biológica del grano y de los otros organismos vivos que habitan en el medio ecológico creado en la masa de granos.
Los granos de las diversas especies de cereales, oleaginosas y otros son de naturaleza higroscópica; es decir su contenido de humedad varia de acuerdo a las condiciones de temperatura y humedad relativa del aire ambiente donde se encuentran. El grano puede ganar humedad (absorción) o perder humedad (desorción). Para cada combinación de temperatura y humedad relativa del aire, existe un contenido de humedad del grano que se mantiene en equilibrio con esa temperatura y humedad relativa; ese contenido de humedad es denominado "humedad de equilibrio del grano" (cuadros A-1 al A-6 en anexo).
Figura 3. Factores bióticos y abióticos que influyen en el deterioro de los granos.
La afinidad entre los granos y el agua es comúnmente denominada higroscopicidad. El potencial de absorción de agua de las substancias que constituyen el grano puede ser representado gráficamente o en la forma de tablas, como las presentadas en el anexo. Una isoterma describe la cantidad de agua absorbida por un material biológico (contenido de humedad) a una cierta temperatura y humedad relativa que se mantienen constantes. La figura 4 muestra las isotermas del maíz para algunas temperaturas.
Figura 4. Isotermas del maíz para algunas temperaturas.
El concepto de actividad del agua (Aw) está relacionado con su potencial químico; la actividad del agua es, en la práctica, igual a la humedad relativa de equilibrio expresada en decimal:
La actividad del agua es un indicador de la disponibilidad de este elemento para la actividad biológica del grano y de los microorganismos que lo atacan. Para considerar la estabilidad de un producto almacenado y sus riesgos de deterioro, se debe analizar la actividad del agua en conjunto con la temperatura. Este análisis proporciona mayor información práctica que sólo analizar el contenido de humedad y temperatura. Esto se verá con más detalle más adelante.
En una masa de granos almacenados con determinado contenido de humedad ("H") y temperatura ("T"), la temperatura y humedad relativa del aire del espacio intergranular, están en equilibrio con las condiciones del grano. Esto quiere decir que la temperatura del aire y del grano entrarán en equilibrio, y que la humedad relativa del aire estará determinada por el contenido de humedad y por la temperatura de equilibrio aire-grano (figura S).
Figura 5. Actividad del agua en el grano. Factores que influyen en el equilibrio aire-grano.
Las reacciones químicas y bioquímicas requieren un mínimo de "agua solvente" para poder comenzar, así su velocidad aumenta en función de la cantidad de "agua solvente" disponible. Como ejemplo se pueden citar las reacciones enzimáticas, las reacciones de maduración, hidrólisis de proteínas y la gelatinización de carbohidratos. En la figura 6 se muestra el deterioro que ocurre en los granos.
Figura 6. Deterioro de los granos en función de la actividad de agua
En el cuadro 1 se presentan datos de la actividad del agua en algunas especies de granos para temperaturas de 4°C a 38°C, y los contenidos de humedad en que los productos son comúnmente almacenados en América Latina. La actividad del agua de los granos por debajo de 0,65, prácticamente elimina el riesgo de crecimiento de hongos; en consecuencia se evita su deterioro. Los granos con contenido de humedad y temperatura que corresponden a la actividad del agua entre 0,65 a 0,70 pueden ser almacenados por un período de tiempo corto (algunos meses). La actividad de los hongos, con esa disponibilidad de agua, es lenta; por ejemplo, si hubiese un foco de insectos, la elevación de la temperatura debida a la respiración de los mismos podría ocasionar un aumento de la velocidad de crecimiento de los hongos y el deterioro del producto. Los granos con contenido de humedad y temperatura que corresponde a la actividad del agua superior a 0,70 no están en condiciones aptas para el almacenamiento, puesto que la disponibilidad de agua es elevada. En efecto, la actividad biológica de los granos y de los microorganismos será más rápida.
Como se muestra en el cuadro I, el comportamiento de cada especie de granos es diferente en relación a los valores de la actividad del agua para un determinado contenido de humedad y temperatura del grano. Por ejemplo, el maíz una actividad de agua igual a 0,621 para una temperatura de 30° y contenido de humedad de 12,5. Para ese mismo contenido de humedad, la actividad del agua de la soja es 0,720. En el primer caso, para el maíz la actividad del agua asegura la estabilidad del producto durante el almacenamiento; en el segundo caso, para la saja, el producto no está en condiciones de almacenarse por un período de tiempo largo. El análisis de la actividad del agua es el factor más importante para establecer los contenidos de humedad recomendados para el almacenamiento seguro de los granos.
La microflora de los granos almacenados está constituida por una gran variedad de microorganismos, siendo los hongos los principales. La disponibilidad de agua y la temperatura son los principales factores que influyen en el crecimiento de los microorganismos en granos almacenados. Sin duda, los agentes fundamentales de deterioro de los granos almacenados son los hongos. En la figura 6 se ve esquematizada la actividad del agua necesaria para el crecimiento de hongos, bacterias y levaduras en los cereales. Se puede observar que el desarrollo de las bacterias y levaduras solamente se presenta bajo condiciones de elevada disponibilidad de agua, arriba de 0,85 para levaduras y de 0,90 para bacterias. Por ejemplo para el maíz, con temperaturas de 20°C a 30°C esto corresponde a contenidos de humedad mayores de 17,0 por ciento, base húmeda.
El cuadro 2 muestra los principales hongos de los granos almacenados, junto con la actividad de agua mínima para su crecimiento a una temperatura de 26°C. El cuadro 3 muestra el contenido de humedad de algunas especies de granos y semillas en equilibrio con actividades del agua en el rango de 0,65 a 0,85 para temperaturas entre 24°C y 30°C. Las temperaturas mínimas, óptimas y máximas para el crecimiento de algunos hongos del almacenamiento se muestran en el cuadro 2 del capítulo 3.
Al analizar la información contenida en los cuadros I al 3, queda claro por qué es necesario establecer el contenido de humedad más apropiado para el almacenamiento seguro de cada especie de granos. Cada especie tiene un comportamiento higroscópico diferente, lo que se refleja en la actividad del agua que el grano mantiene. El contenido de humedad para un almacenamiento prolongado, sin que se produzca desarrollo de hongos, es aquél en que la actividad del agua del grano es menor de 0,65 para las temperaturas que son comunes para el almacenamiento de los granos.
CUADRO 2: Actividad del agua y humedad relativa mínima de equilibrio para el crecimiento de algunos hongos de almacenamiento, a una temperatura óptima de 26 a 30° C
Hongos | Actividad del agua | Humedad relativa de equilibrio (%) |
Aspergillus helophilicus | 0,68 | 68 |
Aspergillus restrictus | 0,70 | 70 |
Aspergillus glaucus | 0,73 | 73 |
Aspergillus candidus | 0,80 | 80 |
Aspergillus ochraceus | 0,80 | 80 |
Aspergillus flavas | 0,85 | 85 |
Penicillium spp | 0,80 a 0,90 | 80 a 90 |
Fuente: CHRISTENSEN, 1974
Los insectos que habitan en los granos almacenados son en su mayoría de naturaleza subtropical y no de climas fríos por lo que su temperatura óptima de crecimiento debe estar entre 27°C a 37°C. Al disminuir la temperatura de la masa de granos abajo de 17°C, el desarrollo de la mayoría de las especies es insignificante. Los límites de temperatura, mínima y óptima, para el desarrollo de las diversas especies de insectos que infestan los granos almacenados se indican en el cuadro 4.
CUADRO 4: Temperaturas, mínimas y óptimas, para el desarrollo de diversas especies de insectos que infestan los granos almacenados
Temperatura (°C) |
||
Insectos | Mínima | Optima |
Sitophilus orizae | 17 | 23-31 |
Oryzaephilus mercator | 20 | 31-34 |
Oryzaephilus surinamensis | 21 | 31-34 |
Tribolium confusum | 21 | 30-33 |
Tribolium castaneum | 22 | 32-35 |
Lasionderma serricorne | 22 | 32-35 |
Cryptolestes pusillus | 22 | 28-33 |
Crptolestes ferrugineus | 23 | 32-35 |
Rhyzopertha dominica | 23 | 32-35 |
Trogoderma granarium | 24 | 33-37 |
Fuente: Puzzi, 1986.
Granos y hongos, como todo organismo, respiran para mantenerse vivos. La medición de la respiración de los granos es difícil, pues es prácticamente imposible separar la respiración de los granos de aquélla de los hongos asociados. Los principales productos de la respiración y del consumo de reservas de los granos, desde el punto de vista de la conservación de los mismos, son el agua y la energía. Bajo condiciones aeróbicas, la combustión completa de un carbohidrato típico y de la grasa es representada por las siguientes ecuaciones:
D- Glucosa
C6H12O6 + 6O2 6CO2 + 6H2O + 677,2 kcal
1,0 litro de O2 consumido = 5,04 kcal
1,0 litro de CO2 producido = 5,04 Kcal
Tripalmitina
(C15H31COO)3 C3H5 + 721/2 O2 51CO2 + 49H2O + 7616,7 kcal
1,0 litro de O2 consumido = 4,69 kcal
1,0 litro de CO2 producido = 6,67 kcal
Varios son los factores que influyen en la velocidad del proceso de respiración de los granos almacenados. Entre estos factores, los principales son: contenido de humedad, temperatura, disponibilidad de oxigeno y manejo del grano. Es interesante analizar estos factores en conjunto para determinar el comportamiento de la masa de granos almacenados. Cuanto mayor es la disponibilidad de humedad y de temperatura, mayor es la velocidad de respiración del producto, considerándose que el oxígeno presente es suficiente para el proceso.
El comportamiento de los granos durante su almacenamiento está influenciado por las condiciones climáticas existentes durante su crecimiento, por el grado de maduración durante la cosecha, por el método de cosecha y por la manipulación que sufrió el producto antes del almacenamiento. Así, cuanto mayores son los daños sufridos por el producto desde su producción hasta el momento del almacenamiento, más susceptible estará a los agentes que causan el deterioro. Los granos sanos presentan tasas de respiración menores que aquellos que sufren daños. La figura 7 muestra un gráfico que relaciona la temperatura, el contenido de humedad y la tasa de respiración de los granos de trigo.
La condensación de la humedad ocurre cuando una masa de aire caliente encuentra una superficie con menor temperatura lo que propicia que la temperatura del aire disminuya hasta llegar al punto de rocio (figura 8). Este fenómeno es muy importante en el almacenamiento de los granos.
El calentamiento diurno de la lamina de la pared del techo de los silos metálicos hace que la temperatura del aire, en el espacio intergranular próximo a la pared, suba. Lo mismo pasa con el aire que está sobre la capa superior de los granos. El aire caliente tiene mayor capacidad de mantener vapor de agua, y como éste está en contacto con el grano, la humedad del grano se evapora y el aire queda, por lo tanto, caliente y húmedo. Con la disminución de la temperatura durante la noche, la temperatura del aire en esos espacios también irá disminuyendo hasta alcanzar temperaturas bajo el punto de rocío, ocurriendo entonces la condensación de la humedad. La posibilidad de que el aire se condense en los silos de concreto es menor que en los silos metálicos.
Figura 8. Condensación de la humedad.
La actividad de los insectos, la migración de humedad y el crecimiento de los hongos son los principales factores que ocasionan el deterioro de los granos almacenados. La temperatura y el contenido de humedad del grano definen la actividad del agua contenida en el producto almacenado. La temperatura y la humedad relativa del aire del espacio intergranular siempre tenderá a estar en equilibrio con las condiciones del grano. Pueden ocurrir cambios en las condiciones del aire del espacio intergranular, provocados por las condiciones del ambiente externo a la masa de granos, pero la mayoría de las veces estos cambios son lentos; sin embargo, sus consecuencias pueden ocasionar pérdidas por deterioro. La aireación como técnica de conservación, para evitar el deterioro, debe ser siempre utilizada de manera preventiva nunca de manera correctiva. Los beneficios que la aireación puede traer para el producto almacenado, sólo serán plenamente aprovechados si la técnica se aplica de manera preventiva.
El enfriamiento de la masa de granos es el principal y el más ventajoso beneficio de la aireación. Si el aire ambiente es adecuado para el proceso, el enfriamiento, traerá beneficios para la conservación del grano almacenado. Al disminuir la temperatura de los granos, disminuye también la actividad del agua; esto es, disminuye la disponibilidad de agua para actividades biológicas tanto de los granos como de la microflora presente. Asimismo, la disminución de la temperatura retardará o hasta inhibirá (dependiendo de la temperatura alcanzada con el enfriamiento) el desarrollo de los insectos (cuadro 5). La temperatura es además un factor que influye en la respiración de los granos; cuanto menor es, menor es la velocidad de respiración y, por lo tanto, menor la producción de calor.
Suponiendo que todos los granos de un granel fueran almacenados con el mismo contenido de humedad, dicha humedad variará en torno a un valor medio y será posible encontrar granos con 1 a 2 puntos porcentuales de humedad tanto para arriba como para abajo de ese valor medio. Además, al inicio del almacenamiento el producto generalmente tiene una temperatura elevada y no uniforme, principalmente cuando se ha secado a altas temperaturas, ya que raramente sale de la etapa de enfriamiento del secador con la misma temperatura del ambiente. Al inicio del almacenamiento, es común que se mezclen los granos que fueron recibidos secos con aquellos que se secaron a altas temperaturas. Estas condiciones propician las actividades biológicas tanto del grano (respiración) como de los otros organismos vivos que habitan en la masa de granos (hongos e insectos).
La aireación es la técnica que permite modificar el microclima de la masa de granos con el fin de establecer condiciones favorables para la conservación del grano. Con las bajas temperaturas se puede, por lo tanto, inhibir la actividad biológica o, si eso no es posible, se puede limitar la velocidad de los procesos de deterioro. El establecimiento de un programa mensual de aireación preventiva, para mantener la masa de granos a una temperatura baja, hará que los daños del grano sean mínimos.
Se piensa que un producto que ha sido adecuadamente cosechado y secado está en condiciones de ser almacenado por un período de tiempo largo. Esto es efectivo, siempre que no haya modificaciones en el microclima de la masa de granos durante el período de almacenamiento, ya que pueden ocurrir cambios lentos que se deben tanto a variaciones de las condiciones ambientales como al ataque de plagas.
Los granos generalmente se almacenan a temperaturas relativamente altas, en comparación con las bajas temperaturas ambientales que pueden ocurrir, por ejemplo en una reglón en que el invierno es riguroso. De esa forma, si la temperatura ambiental es menor, los granos que están próximos a las paredes y a la parte superior de los silos metálicos tendrán una temperatura menor que la del interior de la masa y por lo tanto, existen condiciones para el establecimiento de corrientes de aire movido por convección natural.
Cuando la temperatura de la masa de granos, próxima a la pared, está más fría se presenta un movimiento del aire frío en sentido descendente y, en consecuencia, el aire caliente (el del interior de la masa) se mueve en sentido ascendente (figura 9). Este movimiento de aire, ocasionado por la diferencia de temperatura, propiciará condensación de la humedad, ya que el aire frío descendente ocupará el lugar del aire caliente que subió por convección natural. Cuando el aire caliente se encuentra en la parte superior de los granos, que está fría, disminuye su temperatura y si ésta baja hasta un valor inferior a la del punto de rocío, la humedad se condensará. Esta condensación, además de presentarse en la capa de granos, puede ocurrir también en la chapa del techo del silo lo que hace posible que la humedad gotee sobre la masa de granos. La humedad condensada podrá usarse para actividades biológicas tanto del grano como de los microorganismos.
En la estación del año en que la temperatura del aire externo es mayor que la de la masa de granos pueden producirse corrientes de convección, en el sentido opuesto a las descritas anteriormente. El problema de condensación de la humedad puede presentarse en la capa inferior de la masa de granos, principalmente sobre las chapas que cubren los ducíos de distribución del aire (figura 10). Es posible prevenir la migración de humedad disminuyendo el diferencial de temperatura de la masa de granos. El uso de aireación es la técnica más simple que se puede emplear.
Figura 10. Condensación de la humedad en el fondo del silo.
El calentamiento de los granos en una determinada parte del silo puede deberse al ataque de insectos o al crecimiento de hongos debido a que el secado fue insuficiente. En la soja, por ejemplo, el producto cambia de un color obscuro que va del marrón al negro, donde hubo condiciones favorables para el desarrollo de hongos y respiración acelerada de los granos (figura 11).
La masa de granos tiene un bajo coeficiente de conducción de calor. Las pequeñas cantidades de calor, que se generan por el desarrollo de insectos o el crecimiento de hongos en los granos, no se disipan rápidamente y permanecen en la masa como "bolsa de calará. El aumento de temperatura se propaga lentamente hacia la periferia de la bolsa de calor, lo que produce diferencias de temperatura, causando un movimiento del aire caliente del foco hacia la superficie de los granos. Si la temperatura del grano de la superficie o del aire exterior es suficientemente baja se condensa la humedad, ocasionando un incremento de la humedad del grano y su deterioro.
Figura 11. Calentamiento de los granos.
La aireación, aplicada de manera preventiva dentro de un programa establecido para cierto número de horas mensuales, evitará problemas de ese tipo. Muchas veces esa bolsa de calor no se detecta al inicio por la termometría, porque puede estar en el punto central del espacio que queda entre los cables de termometría.
En general, el aire de enfriamiento que fluye a través de una masa de granos causa la formación de tres zonas (A, B, C) separadas por dos frentes o zonas de cambio (temperatura y humedad), que también se mueven a través de la masa. Esta situación se muestra idealizada en la figura 12, en la cual la posición de los frentes está representada esquemáticamente.
En la zona A, el grano alcanzó el equilibrio con las condiciones del aire de entrada y no ocurre ningún cambio significativo. La temperatura del grano, del aire de entrada y del aire intergranular son iguales. La humedad relativa del aire intergranular y la del aire de entrada son también iguales, y el contenido de humedad del grano es aquél que está en equilibrio con las condiciones del aire.
La zona B, que se encuentra entre los frentes de temperatura y humedad, es la de mayor interés, y sus condiciones son fácilmente predecibles. En el frente de temperatura, se presentan cambios en la temperatura del grano y también ligeras variaciones en el contenido de humedad. Si el paso del aire por el frente de temperatura produce enfriamiento, se puede esperar una pequeña disminución de la humedad, pero si el grano se calienta, ocurre un pequeño aumento en el contenido de humedad. En el caso del frente, en foma similar se presenta un cambio en la temperatura del grano.
En la zona C, la temperatura y el contenido de humedad del grano todavía no se modifican. La temperatura del aire intergranular y la del aire que está pasando por la masa de granos son iguales a la temperatura del grano. La humedad relativa del aire es aquélla que esta en equilibrio con el contenido de humedad del grano de la zona C.
Figura 12. Enfriamiento de los granos por aireación.
El ventilador debe operarse cuando la temperatura del aire ambiente sea menor que la temperatura de la masa de granos. La decisión de operar el ventilador depende de la disponibilidad de información sobre las condiciones de temperatura y humedad relativa del aire ambiente. Por lo tanto, esta información en la unidad almacenadora es de fundamental importancia.
La humedad relativa del aire varía con las horas del día. Normalmente es mas elevada durante la noche que durante el día como resultado de las variaciones de la temperatura del ambiente. Esa variación diaria de la humedad relativa y de la temperatura tienen un comportamiento similar al que se representa en la figura 13, en la que se advierte que al elevarse la temperatura, la humedad relativa desciende y viceversa.
Figura 13. Registro de la variación diaria de la humedad relativa y temperatura.
En el Brasil, la región sur, parte de la región sureste y algunas otras regiones con microclimas particulares presentan condiciones favorables para el empleo de la aireación. En las zonas tropicales, donde no existen condiciones favorables de temperatura y humedad relativas del aire, la aireación debe usarse con cuidado, considerando que en algunos casos pueden obtenerse resultados negativos.
En climas calientes, la aireación puede mejorar las condiciones de almacenamiento y enfriar la masa de granos cuando existe un período frío, aunque sea de corta duración (pocas horas durante la noche). El cuidadoso análisis de las condiciones climáticas es, en este caso, imperativo para alcanzar resultados positivos. Calderón (1972) sugiere que para este tipo de clima, la aireación debe ser practicada con caudales de aire elevados, de modo que el enfriamiento se pueda alcanzar en un período de tiempo menor. La tecnología de la aireación en climas calientes todavía no ha sido estudiada con la suficiente amplitud; sin embargo, en diversos trabajos experimentales realizados, en Australia e Israel, han podido comprobarse en la práctica los beneficios de la aireación.