Para tratar bien el tema de la nutrición del melocotón y durazno, tenemos que conocer las funciones de los nutrientes en los árboles, los requerimientos del melocotón y duraznos y la condición del suelo. Los mejores métodos para evaluar la calidad de su programa de fertilización son sus propios observaciones de la plantación, el análisis del suelo y el análisis de las hojas.
Se puede tratar de entender la nutrición de un cultivo como si fuera una cuenta de ahorros en el banco. Las aplicaciones de fertilizantes o cal son "depositas"; con el análisis del suelo y de las hojas conocemos el "saldo" y las frutas, son los "retiros". Las cantidades de nutrientes aplicados debe ser al menos iguales a la cantidad de nutrientes que salen en las frutas más los que son gastados o almacenados en la planta.
Para establecer este método de control de los nutrientes tiene que seguir estos pasos:
1. Establecer un sistema de identificación para las secciones del huerto, por ejemplo dando a las secciones números.
2. Recolectar muestras de hojas y suelo en cada sección del huerto aproximadamente en la misma fecha de cada año.
3. Usar un sistema de apuntes de los resultados de análisis del suelo y hojas, con las aplicaciones de fertilizantes. Vea los ejemplos al final.
Cuando está seleccionando los abonos que va a usar, recuerde que los que actúan rápidamente, también se lavan rápidamente del suelo y las terrazas son importantes en la prevención de la pérdida de nutrientes.
Es importante averiguar la pH del suelo, para que sepa si los nutrientes son fijados o son disponibles. El pH recomendado para el melocotón y el durazno es entre 6.0 y 6.5. Arboles en tierra con pH demasiado bajo (ácido, pH de 5.0 ó menos) tienen menos raíces pequeñas, resultando en menos capacidad de absorber nutrientes. Para ayudar a mantener el pH, debe utilizar los resultados del análisis del suelo con un programa de aplicación de cal. Después de la cosecha es buen tiempo de aplicar cal. Debe evitar de aplicar cal mientras los árboles tienen frutas y follaje nuevo.
Los elementos mayores para el melocotón y durazno son nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Los elementos secundarios son calcio (C), magnesio (Mg) y azufre (S). Los elementos menores son boro (B), cloro (Cl), cobre (Cu), hierro (Fe), zinc (Zn), manganeso (Mn), molibdeno (Mo), sodio (Na) y silicio (Si). Los elementos mayores son absorbidos mejor si se les aplica a la tierra y a los elementos menores si se les aplica al follaje.
Hay dos fuentes comunes de nutrientes, abono químico y abono orgánico. Hay ventajas y desventajas en los dos.
El abono químico es fácil de usar y aplicar por que sabemos los nutrientes que trae y es de efecto rápido. Los números del abono químico nos dicen el porcentaje de cada compuesto en la mezcla en el orden siempre de N-P-K, 10-30-10, 12-24-12 ó 1515-15. Por ejemplo el 15-15-15, será 15 porciento de N, 15 por ciento de P2O5 y 15 por ciento de K2O, ó 6.5 por ciento de fósforo puro y 12.45 por ciento de potassio puro. Las desventajas son: estos nutrientes se lavan fácilmente, no acondicionan el suelo y son muy caros.
El abono orgánico es más barato y acondiciona la tierra, pero a veces no se sabe exactamente los nutrientes que trae y cuesta un poco más para aplicarlo. Estos abonos pueden ser boñiga, gallinaza o estiércoles de otros ruminantes, bien descompuestos. Si éstos abonos están frescos pueden competir por el nitrógeno del suelo (de los árboles) mientras se descompone y/o quemar las raíces de los árboles. No es recomendable usar boñiga de chancho, perro o gato, por que comparten los mismos parásitos que los humanos, y es mejor evitar el riesgo de contaminación. Otros abonos orgánicos son harina de sangre (12-1-1 porcentajes de puro nutrientes), harina de concha y pezuña (14-2-0 puros), harina de pescado (10-6-0 puros), harina de hueso (3-20-0 puros), ceniza (0-0-1 hasta 10 por ciento, puros). También burucha o aserrín bien descompuestos.
Siempre tiene que vigilar los cambios en el pH por el uso de abono químico u orgánico.
Con el establecimiento de una plantación, no se recomienda incorporar abono químico en el hueco, ni alrededor del árbolito hasta que la tierra se ha acomodado por una lluvia fuerte. Los extensionistas del estado de Georgia, de los Estados Unidos recomiendan tres aplicaciones de abono en el primer año:
1. Antes de la brotación - aplicar a cada árbol en un círculo de dos metros de diámetro 455 gramos de 10-10-10.
2. Dos meses y medio después - aplicar a cada árbol en un circulo de dos metros de diámetro 455 gramos de nitrato de calcio (CaNO3) o 230 gramos de nitrato de amonio.
3. Un mes o un mes y medio después - Repite la segunda aplicación.
En el segundo año los árboles deben ser fertilizados tres veces también. El área de aplicación debe ser más grande pues el sistema de raíces ha crecido.
1. Antes de la brotación - aplicar 196 kilogramos de 10-10-10- por manzana (280 kilogramos por hectárea) de terreno.
2. Dos meses y medio después - aplicar 118 kilogramos por manzana (170 kilogramos por hectárea) de nitrato de calcio (CaNO3) ó 59 kilogramos por manzana (85 kilogramos por hectárea) de nitrato de amonio.
3. Un mes o un mes y medio después - Repite la segunda aplicación.
En el tercero año, se puede empezar un programa de manejo para árboles productivos. El nitrógeno se necesita cada año, mientras la aplicación de fósforo y potasio debe ser hecha utilizando los análisis del suelo y las hojas. Otros dos nutrientes que muchas veces se necesitan son calcio y magnesio.